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Sostenibilidad, agricultura y medio ambiente
Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) en alimentos orgánicos: Listado y Uso en España
Contaminantes Orgánicos Persistentes COP: Listado y Uso en España
En el mundo actual, la contaminación ambiental es una preocupación creciente. Muchas sustancias peligrosas pueden tener graves consecuencias en nuestro ecosistema y en la salud humana. Una de estas categorías de contaminantes se conoce como Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs). En este artículo, exploraremos el listado de Contaminantes Orgánicos Persistentes y discutiremos su uso e implicaciones en España.
Comprendiendo los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs)
Los Contaminantes Orgánicos Persistentes, o Persistent Organic Pollutants, son un grupo de sustancias químicas tóxicas compuestas por compuestos de carbono que persisten en el medio ambiente durante largos periodos. Debido a sus efectos nocivos tanto en la salud humana como en el medio ambiente, han ganado una atención significativa por parte de los ecologistas, los legisladores y los científicos.
El Convenio de Estocolmo sobre los Contaminantes Orgánicos Persistentes, un tratado internacional firmado por numerosos países, busca regular y eliminar la producción y el uso de los COPs.
Listado de Contaminantes Orgánicos Persistentes
España, siendo miembro del Convenio de Estocolmo, ha establecido una estrategia nacional para combatir los COPs. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, junto con numerosas agencias medioambientales, supervisa y regula el uso y la eliminación de los COPs en el país. A continuación se muestra un listado no exhaustivo de los COPs comúnmente encontrados en España:
1. Bifenilos Policlorados (PCBs)
Los PCBs fueron ampliamente utilizados en diversas aplicaciones industriales como equipos eléctricos, intercambiadores de calor y sistemas hidráulicos hasta su prohibición a finales de la década de 1970 debido a sus efectos nocivos. A pesar de su prohibición, los PCBs todavía existen en el medio ambiente, incluyendo el aire, el agua y el suelo, debido a su persistencia.
2. Dioxinas y Furanos
Las dioxinas y los furanos son subproductos no intencionales de procesos industriales como la incineración de residuos y la fabricación de ciertos productos químicos. Estos contaminantes se acumulan en la cadena alimentaria y se han relacionado con efectos adversos para la salud, incluyendo el cáncer, trastornos reproductivos y disfunción del sistema inmunológico.
3. Hexaclorobenceno (HCB)
El HCB fue ampliamente utilizado como plaguicida y fungicida hasta su prohibición en España en la década de 1980. Este contaminante se acumula en el suelo y los sedimentos, representando un riesgo para la salud humana y el medio ambiente. El HCB, al ser un COP, es tóxico, persistente y tiene la capacidad de viajar largas distancias a través de corrientes de aire.
4. Dibenzop-dioxinas Policloradas (PCDDs) y Dibenzofuranos Policlorados (PCDFs)
Los PCDDs y los PCDFs son compuestos altamente tóxicos formados durante diversos procesos de combustión, incluyendo la incineración de residuos y las emisiones industriales. Estos contaminantes pueden ingresar al cuerpo humano a través del consumo de alimentos y se han relacionado con varios trastornos de salud, incluyendo anomalías en el desarrollo, supresión del sistema inmunológico y cáncer.
Sustancias COP de uso fitosanitario y/o biocida más comunes:
Aldrina: Plaguicida utilizado en la lucha contra los insectos del suelo como las termitas, saltamontes, gusano de la raíz del maíz y otras plagas agrícolas.
Clordano. Utilizado en la lucha contra las termitas y como insecticida de amplio espectro en una serie de cultivos agrícolas.
Diclorodifeniltricloroetano – DDt. Tal vez el más conocido de los contaminantes orgánicos persistentes, el DDT, se utilizó ampliamente durante la Segunda Guerra Mundial para proteger a los soldados y civiles del paludismo, el tifus y otras enfermedades propagadas por los insectos. En muchos países (generalmente países en vías de desarrollo) se continúa empleando DDT para luchar contra el paludismo en espacios interiores. Este uso está permitido dentro del Convenio ya que hasta la fecha no se han encontrado alternativas al DDT económicamente viables para la lucha contra la malaria. Dieldrina. Empleado contra las termitas y las plagas que atacan a los textiles. También se ha usado para combatir los insectos que viven en suelos agrícolas y las enfermedades propagadas por insectos de diversos tipos.
Endrina. Este insecticida se utilizaba para fumigar las hojas de algunos cultivos como el algodón y los cereales. También se ha usado como rodenticida en la lucha contra, por ejemplo, ratones, campañoles y topillos. Heptacloro. Usado para eliminar insectos del suelo y termitas. Se ha empleado fundamentalmente para combatir los insectos del algodón, saltamontes, otras plagas de cultivos y los mosquitos vectores del paludismo.
Hexaclorobenceno – HcB. Utilizado contra los hongos que afectan a los cultivos alimentarios. Es también un producto secundario de la fabricación de determinados productos químicos industriales y existe como impureza en los procesos que generan Dioxinas y Furanos.
Mirex. Este insecticida se utilizó principalmente para combatir las hormigas rojas, y se ha empleado contra otros tipos de hormigas y termitas. Se ha utilizado también como retardante de llama en plásticos, caucho y aparatos eléctricos y electrónicos. toxafeno. Este insecticida, también llamado canfecloro, se ha empleado en los cultivos de algodón, cereales, frutas, nueces y hortalizas así como para luchar contra las garrapatas y los ácaros del ganado.
Lindano o gamma-hexaclorociclohexano – g HcH. Se ha utilizado como insecticida de amplio espectro para el tratamiento de semillas y suelos, aplicaciones foliares, tratamiento de árboles y maderas y contra ectoparásitos, tanto en aplicaciones veterinarias como humanas. En algunos países, no pertenecientes a la UE, aún se utiliza como producto farmacéutico para combatir la pediculosis y la sarna
Alfa-hexaclorociclohexano y Beta-hexaclorociclohexano – HcH. Son los dos isómeros mayoritarios generados durante la producción de Lindano. Aunque también fueron utilizados como insecticidas, su uso fue muy limitado debido a su baja efectividad y su principal vía de entrada al medio fue la derivada del proceso de producción de Lindano.
Clordecona. Es un compuesto clorado sintético, utilizado principalmente como plaguicida agrícola, producido y comercializado en los años 50. Escasea la información sobre su utilización o producción debido a que hace tiempo muchos países prohibieron su venta y uso.
Endosulfán. Es un insecticida de amplio espectro utilizado para el control de plagas en cultivos muy diversos (arroz, café, soja, etc.). Se comercializaba desde mediados de los años 50, pero actualmente está prohibido en España y en al menos 60 países habiendo sido reemplazado. Sin embargo, todavía se utiliza en diferentes regiones del mundo. Se produce y utiliza en países como Brasil, China o India. Hay que tener en cuenta que esta sustancia ha sido la última en incluirse en el Convenio de Estocolmo en 2011, por lo que su uso y producción empezarán a sufrir una disminución de manera progresiva.
El Uso e Implicaciones de los Contaminantes Orgánicos Persistentes en España:
A pesar de las estrictas regulaciones y prohibiciones en el uso de los COPs en agricultura en España, el problema de la contaminación persiste. Las implicaciones de estos contaminantes en la salud humana y el medio ambiente son de gran alcance tanto para la salud como el medioambiente.
Paradójicamente aunque su uso no está permitido para la agricultura en España y mayor parte de países de la UE sí está permitida su fabricación para exportación a otros países y lo que es peor la comercialización de productos producidos con el uso de estas sustancias. Por tanto los alimentos procedentes de terceros países fuera de la UE son potenciales contenedores de estas sustancias, especialmente los producidos en países en vías de desarrollo en los que las medidas de control y regulación sobre estos COPs es mucho más laxa si es que existe. Más información en estudio el doble rasero del mercado europeo de plaguicidas
Conclusión
Los Contaminantes Orgánicos Persistentes representan riesgos significativos para la salud humana y el medio ambiente. España, junto con varios otros países, está tomando medidas activas para regular y eliminar la producción y el uso de estas sustancias peligrosas. El camino hacia un entorno más limpio y seguro requiere esfuerzos sostenidos, cooperación internacional e investigación continua para enfrentar los desafíos planteados por estos contaminantes orgánicos persistentes.
Los productores para mejorar el medioambiente y salud de las personas podemos evolucionar hacia una agricultura regenerativa que yendo más allá de la regulación existente elimine de forma total los COPs.
Los consumidores estando cada vez mejor informados y sensibilizados del impacto de los alimentos en la salud y el efecto que el origen y forma de cultivo de los mismos tiene sobre ellos, podrán tomar decisiones más acertadas al decidir no sólo por el aspecto, variedad y el precio sino también el origen, sustancias empleadas y forma de cultivo de los alimentos.
Tabla y listado de COP tomado del estudio COP del MInisterio de Agricultura, Pesca y Medioambiente del Gobierno de España
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