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Setas
¿Qué tipo de seta es el marzuelo?
El marzuelo (Hygrophorus marzuolus) es una de esas setas que sorprenden por su sencillez y, al mismo tiempo, por lo especial de su aparición. No es vistoso ni llamativo. De hecho, pasa desapercibido fácilmente entre la tierra, las hojas secas o incluso la nieve. Pero ahí está su encanto: es una seta humilde, que llega cuando casi nadie la espera.
También se le conoce como “seta de marzo”, porque es una de las primeras en asomar tras el invierno. Mientras el bosque aún está frío y húmedo, el marzuelo brota entre pinares, hayedos o abetales de alta montaña. Su presencia anuncia el despertar del monte, el inicio de la temporada micológica.
A simple vista, el marzuelo tiene un aspecto discreto: sombrero grisáceo, forma algo irregular, carne blanca y firme. No busca destacar. Sin embargo, quienes lo conocen saben bien lo que vale. Su textura es carnosa y compacta, y en cocina se comporta de forma excelente: no se rompe fácilmente, no pierde agua y conserva su sabor incluso en cocciones largas. El gusto es suave, con matices terrosos y ligeramente dulces, lo que lo convierte en una seta muy versátil y apreciada.
Pero el marzuelo no es solo sabor. Es una seta ligada a la tradición, a la búsqueda silenciosa en el bosque, al valor de lo escaso y natural. Es la recompensa del paseante atento, del recolector paciente.
Hoy, muchos lo buscan por ese equilibrio entre sencillez y autenticidad. No es una seta de cultivo ni de producción masiva. Solo crece cuando las condiciones son justas, en lugares muy concretos y durante pocas semanas al año. Por eso, disfrutarla fresca es algo que no se da todos los días.
El marzuelo es eso: una seta de temporada, discreta por fuera, rica por dentro, que guarda en su interior el sabor de los primeros días de primavera en el monte.
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