Sistemas de riego en el huerto

Instalar un sistema de riego en la huerta es prácticamente imprescindible para asegurar un adecuado suministro hídrico para los cultivos hortícolas. A la hora de la elección del sistema más adecuando, se dispone principalmente de las siguientes alternativas

Riego por goteo:
Este método suministra agua directamente a las raíces de las plantas a través de tubos o mangueras con pequeños orificios que gotean agua de manera controlada.
Es eficiente en cuanto al uso del agua, ya que reduce la evaporación y minimiza el desperdicio.
Aspersores:
Utilizan rociadores que distribuyen el agua en forma de lluvia fina sobre el área de la huerta.
Son ideales para áreas más grandes y son bastante efectivos para céspedes o cultivos de hojas grandes.
Riego por microaspersión:
Similar a los aspersores, pero con boquillas más pequeñas que rocían agua en un patrón más preciso y controlado.
Son útiles para áreas más pequeñas o cultivos que necesitan un riego más específico.
Riego por surcos o canales:
Consiste en la creación de surcos o canales entre las hileras de plantas para dirigir el agua directamente a las raíces.
Es un método más tradicional y puede ser eficaz, especialmente para huertas más grandes.
Riego por inundación:
Se utiliza en terrenos planos donde se retiene agua por un tiempo limitado para que se filtre hacia las raíces de las plantas.
Requiere menos infraestructura, pero puede ser menos eficiente en términos de conservación del agua.

Al elegir el método de riego, se deben tener en cuenta factores como:

El tamaño de tu huerta
Los tipos de plantas del huerto
La disponibilidad de agua y la eficiencia en su uso.

Además, la instalación de un temporizador o sistema automatizado puede ayudar a mantener un cronograma regular de riego, asegurando que las plantas reciban la cantidad adecuada de agua en los momentos adecuados.

También, hay que tener en cuenta el mantenimiento que requerirá cada sistema.

Eficiencia en el uso del agua

El sistema de riego más eficiente en términos de consumo de agua para un huerto es, en general, el riego por goteo:

Precisión en la entrega de agua: El riego por goteo suministra agua directamente a la base de las plantas, reduciendo considerablemente la evaporación y la pérdida de agua por escorrentía. Esto asegura que el agua se utilice de manera más eficiente y se entregue directamente a las raíces donde se necesita.
Reducción del desperdicio: Al proporcionar agua directamente a las raíces de las plantas, se minimiza el riesgo de desperdiciar agua en áreas no deseadas, como espacios entre las plantas o caminos.
Control sobre la cantidad de agua: Los sistemas de riego por goteo pueden ajustarse para proporcionar la cantidad exacta de agua necesaria para cada tipo de planta, según sus requerimientos individuales, lo que reduce el exceso o la falta de riego.
Menor evaporación: Al entregar el agua directamente al suelo cerca de las raíces, se reduce la evaporación en comparación con métodos como los aspersores que rocían agua en el aire, donde parte de ella se pierde por evaporación.
Automatización y control: Los sistemas de riego por goteo se pueden automatizar fácilmente con temporizadores o controladores, lo que permite programar horarios de riego precisos y ajustados a las necesidades de las plantas.

En general, el riego por goteo es altamente eficiente en el uso del agua, y es especialmente beneficioso en regiones donde el agua es un recurso escaso o costoso. Sin embargo, es crucial asegurarse de mantener el sistema en buen estado, evitando obstrucciones en los emisores para garantizar su eficacia a lo largo del tiempo.

Tipos de tuberías para el riego por goteo

Dentro del riego por goteo, existen distintas opciones de tuberías, cada una de ella con distintas características, ventajas e inconvenientes:

Tuberías de Superficie:

Tubos porosos:
Estos tubos liberan agua a lo largo de su longitud a través de poros o pequeños agujeros en la tubería.
Son flexibles y fáciles de instalar. Se pueden colocar sobre la tierra o enterrarse ligeramente.
Cintas de riego:
Son tubos planos con agujeros preperforados que liberan agua de manera uniforme a lo largo de la cinta.
Son especialmente eficientes en el suministro de agua directamente a las raíces de las plantas.

Tuberías Enterradas:

Tubos de goteo tradicionales:
Son tuberías con pequeños orificios o emisores integrados que liberan agua directamente donde se necesite.
Se entierran a poca profundidad y pueden ser cubiertos con mulch para protegerlos.
Tubos exudantes:
Estos tubos liberan agua a lo largo de toda su longitud a través de su material poroso.
Son ideales para su instalación subterránea y proporcionan un riego uniforme a lo largo de su extensión.

La elección entre tuberías de superficie y enterradas dependerá de varios factores:

Coste: Las tuberías de superficie tienden a ser más económicas y fáciles de mantener, mientras que las enterradas pueden requerir más trabajo inicial y costos adicionales para la instalación subterránea.
Eficiencia: las tuberías enterradas son más eficientes en el uso del agua al minizarse la evaporación
Mantenimiento: el mantenimiento de las tuberías enterradas puede llegar a ser mas complicado y costoso dependiendo del tipo de instalacion y las características del agua y las condiciones del terreno

Independientemente de la opción a elegir, es esencial asegurarse de mantener las tuberías limpias y libres de obstrucciones para un funcionamiento óptimo. Además, considera la calidad del agua y la durabilidad de los materiales al momento de comprar las tuberías.

Requerimientos de agua

La cantidad de agua necesaria para el riego de cultivos hortícolas puede variar significativamente dependiendo de diversos factores, como la etapa de crecimiento de la planta, las condiciones climáticas locales, el tipo de suelo, entre otros. A modo de ejemplo:

Acelgas: Durante las etapas de crecimiento activo, las acelgas pueden requerir alrededor de 2-3 litros por metro cuadrado por día, pero esto puede variar según la temporada y las condiciones climáticas.
Guisantes: Los guisantes pueden necesitar aproximadamente 3-4 litros por metro cuadrado por día durante la fase de floración y formación de vainas.
Repollo: El repollo puede requerir alrededor de 4-6 litros por metro cuadrado por día durante su etapa de desarrollo activo.
Coliflor: La coliflor puede necesitar alrededor de 5-7 litros por metro cuadrado por día durante su etapa de crecimiento.

Estas cifras son estimaciones generales y pueden variar dependiendo del clima, la humedad del suelo, la edad de la planta, la densidad de siembra, entre otros factores. Es importante monitorear constantemente las necesidades hídricas de tus cultivos, ajustando el riego según las condiciones locales

Nuestro huerto

En nuestro huerto en la sierra norte de Madrid, usamos riego por goteo con tubos de 16 mm y goteros cada 33 cm, con un aporte de agua en las hortalizas de aproximadamente 2 litros por día los primeros días tras la plantación de cara a facilitar el enraizamiento. El suministro de agua se controla mediante un programador que permite regular con gran precisión la cantidad de agua aportada a cada planta.

Esta cantidad de agua hay que ajustarla continuamente a partir del análisis de la humedad de la tierra, la humedad ambiente y el estado y evolución de las plantas.

En nuestro huerto, habiendo plantado repollos, coliflores, lombardas, lechugas, escarolas, guisantes, ajos, habas, puerros, calcots, cebollas, zanahorias y rabanitos, este aporte de agua está permitiendo un buen arranque de las plantas.

Las fuertes lluvias de finales de octubre y principios de noviembre, nos permiten prescindir del suministro de agua a través del riego al encontrarse la tierra con un nivel de humedad optimo para el desarrollo de las plantas, pero no dejamos de observar cada día el huerto para ajustar el suministro hídrico