Lechuga romana

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~~4,06 €~~ 3,70 €

La reina de las ensaladas 🥗 Fresca, natural y de alto contenido en agua.

Suministrada en bolsa protectora para evitar la pérdida de su frescura y evitar su deterioro durante el transporte.

Conoce la lechuga romana

Las lechugas tienen un alto contenido de agua (95%), vitaminas (A y B9) y minerales (potasio, calcio y yodo).

Valores nutricionales de la lechuga romana:

En la tabla y gráfico a continuación mostramos los valores nutricionales de la lechuga:

	Valor	Unidad
Valores nutricionales por 100 grs
Energía	16	kcal
Grasas (lípidos)	0,6	g
Proteinas	1,125	g
Agua	95,2	g
Grasas e Hidratos de Carbono por 100 grs
Fibra	1,5	g
Carbohidratos	1,4	g
Acidos grasos, monoinsaturados	0	g
Acidos grasos, poliinsaturados	0,37	g
Colesterol	0	mg
Vitaminas por 100grs	Valor	Unidad
Vitamina A	8	ug
Vitamina D	0	ug
Vitamina E	0,51	mg
Folato	33,6	ug
Niacina	0,6	mg
Riboflavina	0,07	mg
Tiamina	0,06	mg
Vitamina B-12	0	ug
Vitamina B-6, Total	0,06	mg
Vitamina C (ácido ascórbico)	12,2	mg

Minerales por 100grs	Valor	Unidad
Calcio	34,7	mg
Hierro	1	mg
Potasio	220	mg
Magnesio	8,7	mg
Sodio	3	mg
Fósforo	28	mg
Ioduro	3	ug
Selenio	1	ug
Zinc	0,23	mg

¿Cómo conservarlas y prepararlas?

Las lechugas no son aptas para congelar. Es aconsejable conservarlas sin lavar y, si se lavan, han de consumirse en uno o dos días. Conviene mantener la lechuga aislada del resto de verduras y frutas para evitar su rápido deterioro.

Antes de consumir lechuga, es importante lavarla y retirar las hojas en mal estado. A continuación, se corta el tallo y se separan las hojas para después sumergirlas en agua (a la que también se puede añadir unas gotas de vinagre o lejía) para eliminar impurezas, lavando las hojas una a una cuidadosamente.

No deben ser cortadas ni aliñadas hasta el momento de su consumo. El sabor de la lechuga se puede complementar con hierbas frescas o secas. Se pueden preparar sabrosas ensaladas con la mezcla de diferentes variedades de lechuga o con alimentos tan diversos como frutas, huevo, lácteos, derivados cárnicos, marisco, pasta o arroz, etc.

¡Truco!: Si en el aliño se ha utilizado demasiado vinagre, se puede añadir a la ensalada unas bolitas de miga de pan para que absorban el exceso de vinagre. Pasados diez minutos se retira el pan, se añade un poco de aceite y de ese modo se arregla la ensalada.