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Linus Pauling, un científico renombrado del siglo XX, ganó un Premio Nobel por la publicación de un libro que trataba la investigación de los beneficios de dosis masivas de vitamina C para la prevención de resfriados.
Durante la realización de estos experimentos, Pauling voluntariamente consumió altas dosis de vitamina C, hasta 18.000 mg. Para que podáis entender la proporción, destacaremos que la dosis diaria que se recomienda de vitamina C para hombres es de 90 mg, mientras que para las mujeres es de 75 mg.
Estos estudios fueron las bases para la popular idea que la vitamina C es necesaria para combatir los resfriados. No obstante, desde ese momento se han realizado nuevos estudios y se han encontrado más resultados sobre ello.
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La relación de la vitamina C con el sistema inmune
La vitamina C no solo tiene propiedades antioxidantes, esta es esencial para la construcción del organismo, ya que es la base fundamental de la producción de colágeno en el cuerpo; el colágeno es la proteína que se encarga de dar resistencia y flexibilidad a los tejidos en los mamíferos.
Anteriormente, la deficiencia de vitamina C era la causante del escorbuto (una enfermedad), causada por la falta de colágeno en el cuerpo. Por fortuna, con el paso del tiempo y la aplicación de nuevas tecnologías beneficiosas en los cultivos, nuestra ingesta de vitamina C ha mejorado y este problema se ha convertido en parte del pasado.
Algo de lo que no se tenía conocimiento sobre la vitamina C, era que esta se encuentra presente en las células inmunes, y por esta razón es tan necesaria cuando irrumpe una infección en el cuerpo.
¿Es capaz de prevenir los resfriados?
Durante las últimas décadas, se han elaborado investigaciones que buscan comprender mejor el efecto preventivo de la vitamina C sobre los resfriados comunes y no comunes, no obstante, los resultados han sido de cierta forma, decepcionantes.
Un metaestudio (estudio sobre los estudios) previo realizado sobre 29 estudios con más de 11 000 participantes, concluyó que la ingesta de 200 mg o más de vitamina C, no disminuyó la frecuencia de resfriados sobre los sujetos en observación.
Sin embargo, el lado positivo ha sido que se comprobó que el consumo de vitamina C disminuye efectivamente la duración del resfriado y su severidad.
Es así que con el consumo de vitamina C como parte de la dieta diaria, no se logrará reducir la frecuencia de los resfríos, pero lo que sí logrará es acortar el tiempo de duración y disminuir su severidad.
Igualmente, se ha señalado a la vitamina C de tener más beneficios. Un ejemplo de esto es que existe una amplia evidencia epidemiológica, que confirma que la inclusión de vitamina C en la dieta hace posible reducir las probabilidades de problemas del corazón y de cáncer.
Podemos concluir, que el consumo de vitamina C no evitará que sufras resfriados; razón por la que no debéis decepcionaros si sois un consumidor frecuente de vitamina C y de todos modos los padeces, pero en definitiva estos tendrán menor duración y serán menos frecuentes.
El gran consejo: nunca desperdiciéis oportunidad alguna de consumir vitamina C.
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